POR:
LEONEL A. RIVAS.
La incertidumbre, el
riesgo y los resultados finales de las elecciones presidenciales de la nación
mas poderosa del mundo, ya es de conocimiento de todos a nivel global, el 8 de
noviembre 2016 llego (8N), las mesas electorales cerraron y la suerte de una
nación, y de un mundo comenzó a conocer los resultados.
Desde el principio las
tendencias de los informes por Estados y
condados comenzaron a definir el panorama electoral de los Estados Unidos, el Este,
el Centro, el Sur y el Norte comenzaron a pintarse de color rojo, solo los
estados del Oeste faltaban para confirmar el resultado definitivo.
El estado de la Florida,
29 votos electorales todos para el candidato que las encuestas nunca
proyectaban ser el ganador, pero si unos resultados cerrado dentro del margen
de error aceptable.
Pasada la media noche
todos nos dormimos con la sensación que los números reflejaban una pesadilla electoral, pero la
mañana con una mirada rápida a los medios digitales, nos confirmo la noticia,
mas de 59,244,709 votos populares, más del 276 votos de los colegios
electorales declaraban a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de
América.
Con el 98% de los
votos contados, el mundo es testigos de otra sorpresa electoral, primero la
separación de Reinos Unidos de la Unión Europea, el No al acuerdo de paz de la
Republica de Colombia con la guerrilla de la FARC, a ahora el triunfo de Donald
Trump, que pasa con los electores, es que la pirámide demográfica a nivel
mundial está en evolución, es tiempo de la generación que nacieron en la década
1980-1995, hoy estos electores tienen entre 35 a 21 años, es una generación del
cambio permanente y ninguna fidelidad a los patrones sociales que marcaron las
pasadas generaciones.
En lo político fueron
testigos de la caída de los sistemas filosóficos e ideológicos que sustentaron
la guerra fría, post segunda guerra mundial, en lo económico son victima de los
procesos de apertura económica de los mercados, donde los grandes capitales por
reducción de costos y economía de escala mueven sus industrias a paraísos de
mano de obras baratas, ellos han visto perder sus empleos, un proceso
desindustrialización de sus naciones, en lo cultural han podido romper los
procesos de valores culturales cerrados y exponerse con más frecuencia a
procesos de transculturación.
Esta generación es
resultado de un proceso de socialización y cambios de nueva forma de
comunicarse, hoy no son sólo receptores de contenidos de los medios
tradicionales de comunicación, ellos son receptores y emisores de mensajes,
imágenes y datos creando un sistema de opiniones tipo redes, donde los
redactores no son dueños absoluto de la verdad, la verdad está fragmentada y la
construyen las redes a la que pertenecen.
Con la llegada del
Partido Republicano, terminan ocho años del gobierno de Obama, donde el mundo
está cansado de conflictos armados a pequeñas escala, en diferentes regiones,
es tiempo que las grandes naciones y los grandes líderes mundiales comprendan
que hoy más que nunca su responsabilidad es adecuar los modelos de gobierno, y
los sistemas políticos tradicionales, a una nueva realidad de producción y
generación de riqueza.
Hoy los grandes desafíos
de los gobiernos y el de Donald Trump, como líder de una gran potencia mundial
en la tecnología, economía y lo militar, es propiciar nuevas reglas de juego
con sentido solidario, para enfrentar los grandes retos de la sociedad y
economía mundial.
No es compatible una
sociedad de la era Tecnológica, la Información y la Comunicación, donde la
industria del futuro es el uso intensivo de robot en la producción de bienes y
servicios, conocida como la industria 4.0, nuestro gobierno sigan actuando en
una economía post industrial, que nuestros políticos sigan pensando de manera
que estamos en la economía pre industrial.
Es tiempo de
enfrentar los grandes desafíos del nuevo orden político, económico, y social,
que es donde van a tener empleos las
futuras generaciones, como se va a resolver los problemas del clima, las nuevas
fuentes de energías, nuevos modelos para combatir la corrupción, desarrollo
integral de los países pobres y subdesarrollados, comercio más justo,
tolerancia político-religiosa y como terminar los conflictos armados
regionales.
Los retos está
planteado, hacer lo contrario desde la Casa Blanca es confirmar y aumentar de manera real la incertidumbre, el
miedo y destruir la esperanza de una generación de nativos digitales o
generación Z, que tienen derecho de vivir un mundo mejor para sus hijos.
Como dice el gran pensador
Nelson Mandela: "...el futuro de una nación es tan emprendedor como la
próxima generación de ciudadanos..."
AUTOR:
Director
Ejecutivo, MERCADOMETRIA

No hay comentarios:
Publicar un comentario